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Las 25 mejores obras de Vincent van Gogh

«Este hombre, o se vuelve loco, o nos deja a todos atrás»

Así lo calificó el gran pintor Camille Pissarro, profetizando el futuro de Vincent van Gogh cuando éste todavía intentaba encontrar un comprador para sus cuadros. Vincent van Gogh probaría las profesiones más diversas antes de atreverse a dar el paso definitivo hacia el arte. Durante toda su vida fue un hombre solitario y desesperado, y su carácter autodestructivo le llevaría al borde de la locura al final de su vida. Abandonado y solo frente al mundo, tan sólo encontró un verdadero amigo en su hermano Theo, que le cuidaría durante toda su vida.

Comenzó a pintar a los 20 años hasta su fallecimiento a los 37 años, llegando a producir en estos pocos años más de 2.000 obras entre dibujos y pinturas, tocando géneros como el paisaje, el retrato y los bodegones. Van Gogh trabajó en series de cuadros alrededor de un mismo motivo, siendo uno de sus modelos predilectos y más estudiados él mismo.

Etapas de Van Gogh

En la carrera artística de Vincent van Gogh se pueden diferenciar tres etapas.

Primera etapa: primeros óleos de tonos oscuros

La primera etapa de Van Gogh, que abarca sus inicios en la pintura, se caracteriza por la creación de óleos de tonos oscuros. Durante este periodo, Van Gogh se enfocó en plasmar la miseria y las duras condiciones de vida de los obreros y campesinos de su tierra natal. Sus obras de esta fase reflejan una fuerte influencia del realismo y una profunda preocupación por las cuestiones sociales y humanas. Cuadros como «Los comedores de patatas» son representativos de esta etapa, mostrando figuras sombrías y una paleta de colores apagados que transmiten la dureza de la vida rural.

Segunda etapa: etapa Parisina

La segunda etapa de la carrera de Van Gogh corresponde a su tiempo en París, donde se produjo una notable transformación en su estilo. En París, Van Gogh entró en contacto con las vanguardias artísticas y con otros pintores impresionistas y postimpresionistas. Esta interacción influyó significativamente en su uso del color y en la técnica de aplicación de la pintura. La etapa parisina está compuesta por una serie de alrededor de 200 cuadros, caracterizados por un cromatismo alegre y luminoso. Obras como «Jarrón con doce girasoles» y «La terraza de café por la noche» muestran el uso vibrante del color y la luz, reflejando una visión más optimista y experimental.

Última y tercera etapa: años en Arlés

La última etapa de Van Gogh se desarrolla en los últimos años de su vida, durante su estancia en Arlés, Saint-Rémy y Auvers-sur-Oise. En esta fase, Van Gogh encontró la luz y los paisajes del sur de Francia, que se convirtieron en una fuente inagotable de inspiración. En los últimos treinta meses de su vida, produjo una asombrosa cantidad de 463 cuadros, dominados por una inmensa creatividad. Obras como «La noche estrellada«, «El dormitorio en Arlés«, «La silla de Van Gogh» o «Campo de trigo con cuervos» son emblemáticas de este periodo, mostrando un uso audaz del color y una técnica más libre y expresiva. En esta etapa, sus cuadros se volvieron inconfundibles, con un estilo único que combinaba la observación directa de la naturaleza con una fuerte carga emocional y subjetiva.

El reconocimiento y la admiración por los que luchó tan amargamente en vida, no le llegarían hasta después de su trágico suicidio mediante un disparo de revólver. De hecho se cuenta que solo llegó a vender un cuadro, dato que aumentó su leyenda como mártir del arte.

Hoy en día, Vincent Van Gogh está considerado por los historiadores no sólo como uno de los principales artistas que contribuyó al nacimiento del arte moderno, sino también como uno de los pintores más importantes de toda la historia del arte. Su influencia perdura, y sus obras continúan inspirando a nuevas generaciones de artistas y amantes del arte en todo el mundo.

La vida y obra de Van Gogh nos muestran que el verdadero valor del arte puede no ser reconocido de inmediato, pero su impacto puede trascender el tiempo y las circunstancias, dejando una huella imborrable en la historia del arte y la cultura

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